Historia

Originalmente, la región estuvo habitada por tribus seminómadas de otomíes, que adquirió importancia durante el Virreinato, pues por aquí pasaba el “Camino de la Plata”, cuyo trazo delineó Sebastián de Aparicio desde 1548, como consecuencia de haberse descubierto los minerales de oro y plata de Zacatecas en 1546, de Guanajuato en 1556 y los de los alrededores de San Luis Potosí en 1573.

La comunidad de Pedro Escobedo, ahora Cabecera Municipal, fue una población conocida ancestralmente como Arroyo Seco (distinta al otro Arroyo Seco, al norte del estado). Su fundación data de 1754 cuando Arroyo Seco se convierte en el lugar propicio como enlace y descanso a medio camino entre Querétaro y San Juan del Río, asentado en un extenso trigal perteneciente a la Hacienda de Galindo. Las comunidades se fueron formando como resultado de la necesidad que tuvieron las haciendas, de asegurar la mano de obra requerida para el desarrollo de sus programas de trabajo. A fin de estimularlos para que no abandonaran sus labores, se proveía a cada trabajador de una pequeña parte de tierra para que construyeran sus viviendas cerca de las haciendas o de sus principales estancias. Se construyó a su alrededor un troje para el descanso de los arrieros y jacales para los primeros habitantes de lo que más adelante se convertiría en el municipio de Pedro Escobedo.

Durante el Porfiriato, fue don José Piña Soria quien por los años de 1880, adquirió tierras del margen sur de la Hacienda de El Ahorcado, en donde comenzó a empedrar un gran cuadro que posteriormente sería la Plaza Principal del Pueblo, erigiendo allí mismo su propia casa, por lo que puede ser considerado como el pionero de la nueva traza de Pedro Escobedo. La avenida actualmente conocida como Panamericana, en aquel entonces se le llamaba “Camino Real” y formaba parte de la ruta trazada para el comercio. Hacia el año 1867, con la participación de los vecinos, se construyó la Iglesia Chiquita; dando con ello, origen al templecito que se convirtió en la primera parroquia.